-¡Mira lo que encontré aquí!- le digo a Chibi mientras la sacudo para que se despierte, y responde con ruidos raros y volteándose como diciendo "deja de estar chingando y duérmete".
-¡Amor, tienes que ver esto!- y sigo insistiendo para que se despierte.
Ya medio de malas, se despierta y se sienta en la cama. Observa el monitor iluminando la oscuridad y la página de Mercado Libre.
-Deja de estar buscando tus loqueras y ya duérmete- dice intentando acostarse de nuevo.
-No te duermas otra vez que cuesta trabajo despertarte. ¡MIRA!-
Finalmente observa bien la página de Mercado Libre.
Se vende Necronomicón del árabe loco Abdul Alhazred.
ÚNICA COPIA EN LATÍN.
Nos urge deshacernos de él.
Si ofertas antes de media noche, te lo enviamos gratis.
Es una traducción original, no una recopilación de cuentos, y NO está en español. Solo oferta si estás seguro de que lo comprarás.
Precio de remate de $300.00 y no es negociable.
No aceptamos intercambios, ni pagos a contraentrega, solo depósitos bancarios.
-¿Y eso qué?- me dice con cara de extrañeza y sueño.
-¡Pues el Necronomicón! Siempre he querido uno, además no está caro y el vendedor se la rifó con su anuncio- le digo intentando venderle la idea de comprarlo.
-Pero esos $300 los podemos ocupar para otras cosas, ¿sabes?-
-Si pero ya lo dejé pasar una vez, se parece al que vi en una feria del libro cuando iba en el COBAO- sigo diciéndole -¡pero como 3 o 4 veces más barato! Es una oportunidad de esas que no se repiten en la vida- la choreo.
-Chinga', pues hazle como quieras, nomás no me andes diciendo luego que que basura compraste y que ya no lo quieres y que tu dinero y que no sé qué.-
-Bueno...- le digo haciendo cara de que no me gusta que me conozca tanto.
Faltan 5 minutos para la media noche así que le doy click en comprar.
Inmediatamente me llega un correo diciéndome que soy el comprador del artículo Necronomicón (ORIGINAL), pero curiosamente no existen datos de contacto así que parece que tendré que esperar para saber como hacerle. En menos de lo buscaba mi dinero para ver si no me iba a ver muy ajustado con los gastos de esta semana me llega un correo de miskatonik.necro@necronomicon.org y pienso que este sujeto realmente no quiere ser localizado. En él, incluye una cuenta bancaria sin nombre, y me pide que le mande los datos a donde será enviado. Me dice que cuando me dirija a hacer el depósito en el banco me dirán un nombre algo extraño, y que seguramente el cajero no podrá leerlo bien, por lo que yo tengo que decirle "exactamente, él" para proceder sin que se vea sospechoso.
Comienzo a tener un poco de miedo pues es la primera vez que compro algo en internet sin saber quien es la persona que lo vende. No me gusta que me estafen.
Al día siguiente, en lo que Chibi se va a clases de inglés voy a hacer el depósito bancario. Sucede lo que el sujeto me mencionó en el correo. El cajero intenta pronunciar algo que suena como Abdul Al-Hazred (aunque más bien como Abdala Zaradin, aunque tal vez sea mi imaginación). Procedo como se me indicó, me dirijo a escanear el recibo del depósito y a enviarlo para confirmar el envío. Recibo una respuesta casi inmediata nuevamente pidiéndome que confirme los datos de envío, y que este será totalmente gratis.
Feliz, aunque desconcertado me dirijo de nuevo al departamento y espero a que Chibi regrese para contarle lo sucedido.
-Donde te estafen verás- me dice regañona.
-Nah, ¿cómo crees?- le contesto intentando mitigar su enojo y desconfianza.
Nos vamos a clases, como cualquier otro jueves, y regresamos ya cansados de usar tanto la cabeza. Esa noche, decido conectarme para saber si el paquete ya fue enviado. Ni un solo correo nuevo. Las palabras de Chibi suenan en mi mente, "Donde te estafen verás... Nomás no me andes diciendo luego que qué basura compraste y que ya no lo quieres y que tu dinero y que no sé qué...", pero prefiero seguir creyendo en la buena fe de las personas. Cenamos y nada, Chibi se duerme y nada. El reloj marca las 3 de la mañana y un correo me dice:
Su paquete acaba de ser entregado. No intente contactarnos por ningún medio. Toda la información de contacto que le proporcionamos (incluyendo números de cuenta) dejará de existir. Gracias por su compra.
PD. NO SE ACEPTAN RECLAMOS NI DEVOLUCIONES (aunque será imposible hacer alguno de los dos. Ja.)
Me causa una sensación rara eso que dice que acaba de ser entregado. No dice enviado, dice entregado. Me armo de valor para bajar a ver si el vigilante sabe algo. Tiene cara de sueño y no se ve contento.
-Creo que es para usted- me dice.-Gracias, ¿no vio quien lo trajo?- le pregunto como para intentar calmar mi miedo.
-No. Disculpe, pero creo que me quedé dormido. Solo alcance a escuchar que alguien chocó contra la reja y salió corriendo hacia Municipio Libre. El paquete ya estaba tirado ahí en el piso. ¿Quiere que llame a la policía? ¿O lo estaba esperando?- me dice tratando de sacarme información sobre la dudosa procedencia.
-Así está bien, gracias. Sí lo estaba esperando pero no pensé que vinieran a estas horas a dejarlo- le digo como para que se calme y fingiendo tener frío, subo corriendo las escaleras. La verdad, me moría de miedo. Decidí no abrir el dichoso paquete hasta que hubiera luz de día.Tuve pesadillas donde me veía huyendo de gente cangrejo que venía de mundos más allá de nuestro Sistema Solar. Desperté agitado casi a las 8:30 y junto a mí, Chibi parecía llevarla peor que yo. Sus ojos se movían rápidamente, clara señal de que estaba pasando por el sueño MOR, su respiración era rápida y parecía que las pesadillas la habían invadido. Solamente la abracé. No quería volver a dormir para no soñar, pero las imágenes en mi mente eran tan frescas y vívidas que no tenía que hacerlo para recordar aquellas escenas.
Cuando Chibi despertó, dijo no recordar nada, pero se le notaba nerviosa, más aún cuando notó el paquete.
-¿Es tu libro?- me preguntó, aunque era evidente que conocía la respuesta.
-Eso parece, ¿a qué hora crees que llegó?-
-Pues no sé, ¿apenas?- me dijo desinteresada
-Nooooo, llegó a las 3 de la mañana, alguien lo botó en la entrada del edificio ¿tu crees?- le dije como si el compartirlo aliviara el miedo que sentí.
-¡Cállate! ¿Cómo crees que vana entregar libros a esa hora? ¿Además como sabes?- me dijo incrédula, pero interesada
-¡Neta! Me llegó un correo y luego luego bajé a ver si el vigilante sabía algo. Me dijo que alguien lo dejó y se echó a correr- le dije aún sintiendo escalofríos.
La conversación se detuvo ahí pues Chibi se dirigió a abrir el paquete rápidamente. Me uní a ella en la misión, pues parecía estar envuelto como en 20 capas de papel kraft. Después de un buen rato terminamos de desenrrollarlo y se veía justo como lo imaginé. Era un libro grande (como de 20 pulgadas de diagonal) y se veía muy gastado. Las hojas estaban amarillentas y al borde del colapso, lo que le daba más apariencia de antigüedad que de libro. Lo abrimos y rápidamente vimos algunas ilustraciones extrañas, con lo que parecía ser poemas, cánticos o conjuros. Sentí que mi dinero había valido la pena, pues estaba completamente en Latín (salvo por el ocasional nombre de lenguaje impronunciable) tal como me lo habían prometido. Después de darle un par de hojeadas, decidimos ponerlo junto a los demás libros.
El día transcurrió con normalidad salvo los recurrentes recuerdos de mi sueño y la inusual forma en que fue entregado el libro. NECRONOMICON se leía con letras grabadas en una superficie de madera, justo por encima del grabado de lo que parecían ser ruinas sobre una isla. La imagen de ese libro estaba fija en mi mente y ansiaba volver a verlo a pesar del temor que le tenía. Al final del día fuimos a casa y le leí a Chibi unos fragmentos:
IA! IA! ZI AZAG!
IA!IA! ZI AZKAK!
IA! IA! KUTULU ZI KUR!
IA!
Muy lovecraftiano y realista, además después de una hojeada pudimos encontrar los nombres de Yog-Sothoth, Nyarlatothep, Shub-Niggurath y Cthulhu. Todo se puso interesante cuando comenzamos a ver imágenes como estas:
Sin duda se sentían escalofríos pues parecían estar dibujadas, y todos los símbolos extraños entre ellas le daban más y más realismo. Ya no quedaban ganas de leerlo y mañana sábado tendríamos que levantarnos temprano. Mi tía no se encontraba en casa por lo que el miedo de seguir leyéndolo era mayor. Fue relativamente fácil conciliar el sueño, pero las pesadillas nos invadieron nuevamente. Esta vez fui secuestrado por algunos reptiles humanoides hacia una gran cueva, donde parecía que sería objeto de sacrificio. Gruñían alrededor de mí mientras gritaban
IA! IA! CTHULHU FHTAGN!
Desperté sudando, y con sensación de que olía a pescado crudo a mi alrededor. Chibi entre sueños murmuraba las mismas palabras que oí en mis sueños. Eso fue motivo suficiente para sacudirla y despertarla. Se asustó en cuanto me vio agitado y me contó su sueño, no difería mucho del mío. Cuando voltemos hacia el escritorio nos dimos cuenta que el libro se encontraba abierto y lo único que "entendimos" fue "IA! IA! CTHULHU FHTAGN!". Creo que grité aunque fue difícil decirlo porque Chibi también. Claramente recordábamos haber puesto el libro en su lugar. Decidimos que por hoy nos alejaríamos del departamento y buscaríamos con que entretenernos. Esa noche lo envolvimos en su empaque antes de guardarlo, solo por si acaso.
La intensidad de las pesadillas aumentó, y solo recuerdo haber estado en lo que parecía ser las ruinas de una gran civilización. Las estructuras eran muy diferentes, pues había preferencia de los planos sobre las escaleras. Los edificios fácilmente vencían en altura al Taipei 101 e incluso al Burj Khalifa. Además la arquitectura tenía diseños que retaban a la física. Me adentré en lo que parecía ser una biblioteca solo para ser ahuyentado por los mismos gritos de antes.
Al despertar nada fue lo mismo. Mi tía se encontraba gritando "IA! IA! CTHULHU FHTAGN!" al tiempo que hacía extrañas inscripciones en una de sus paredes. Lo que al principio parecía ser pintura resultó ser sangre. Junto a ella se veía el Necornomicón abierto en la misma página de antes. Volteó a vernos y cayó desmayada por la pérdida de sangre. Su mirada estaba perdida pero su rostro expresaba angustia y temor. Intentamos reanimarla pero un extraño portal se abrió desde la inscripción y una criatura (que hasta la fecha sigo creyendo que es Cthulhu) la tomó entre sus tentáculos y gimió. Llamamos a brujos, curanderos, sacerdotes (de más de una religión) y ninguno se atrevió siquiera a entrar en el departamento. Contactamos a la dueña y anulamos el contrato, quien en vista de lo sucedido no dudó en hacerlo.
Intenté contactar a quien me lo vendió, y recibí en mi mail avisos de falló en la entrega por que la cuenta no existe. No me quedaba más que intentar venderlo, tal como lo hizo el dueño anterior. Y así lo hice. Todo por deshacerme del maldito Necronomicón.